A 3.820 metros sobre el nivel del mar se localiza uno de los destinos turísticos más importantes del país. Puno está relacionado con la historia del antiguo Perú, pues ahí surgieron las primeras civilizaciones, cuyos pueblos originarios aún conservan distintas prácticas y costumbres ancestrales.
Para llegar desde Lima es necesario tomar un vuelo de aproximadamente 1 hora 40 minutos de duración hasta Juliaca, para después continuar el trayecto por tierra durante casi una hora más. Pronto las primeras imágenes de un lugar plagado de atractivos y encantos se revelaran ante tus ojos, en este destino que delimita a Perú con Bolivia.
Puno no requiere presentación, el Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, está ahí como una especie de vigía de todo lo que acontece a su alrededor. Ese también es el punto de partida para tomar un tour a las islas de los Uros, para conocer más de la cultura preservada de este lugar, en donde sus habitantes únicamente hablan Aymara; así como las de Amanatí y Taquile.
Justo en la costa sur de esta última isla, se ubica Collata Suyo, considerada entre las playas más altas del mundo. Para llegar ahí se debe tomar un bote o lancha en el lago y en unas tres horas estarás ahí.
Ya en Taquile se puede aprovechar el tiempo para descubrir, este mágico lugar en el cual sus pobladores expresan su memoria a través de maravillosos tejidos de complejos diseños, considerados verdaderas obras de arte.
DENTRO DE PUNO
Para quienes prefieran quedarse en la ciudad de Puno un tranquilo paseo por la localidad, debe comenzar por una visita a la Catedral y la Plaza de Armas; ambas fueron construidas sobre un antiguo sitio ceremonial llamado ‘Supay Kancha’, que en quechua significa el círculo del Diablo o Recinto del Diablo.
Asimismo, existen diversos sitios arqueológicos como: Cutimbo, el complejo funerario más importante del sur de Perú y Sillustani, conocido también como Chulpas de Sillustani, un antiguo cementerio vinculado a rituales funerarios de las culturas Inca, Colla y Tiahuanaco.
Para tener las mejores vistas de la ciudad, nada mejor que hacerlo desde alguno de sus miradores como: Kuntur Wasi o Puma Uta, desde donde se puede admirar con todo su esplendor el lago Titicaca y sus alrededores.
Y a solo cuatro cuadras de la Plaza de Armas, el Cerro Huajsapata se convierte en un mirador natural. Algunas leyendas aseguran que ahí existen cavernas por las que discurren caminos subterráneos, los cuales comunican a Puno con el templo de Coricancha, en Cusco.
Fuente: Forbes Perú
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